ÍNDICE
Magia. Vida. Libertad. Amor. Estas cuatro poderosas palabras definen perfectamente mi experiencia como voluntaria en el campamento tortuguero de Asupmatoma. Una asociación que, desde hace exactamente 25 años, trabaja diariamente para ayudar al nacimiento y la liberación de las tortugas marinas en Cabo San Lucas, en el estado de Baja California Sur, México.
Para mí, ser voluntario tortuguero es una experiencia que todos deberíamos vivir al menos una vez en la vida. Ver y ayudar a que las tortugas nazcan, sentir que tu tiempo y tu esfuerzo se ve recompensado cuando todas esas bebés alcanzan el mar, llamar hogar a la playa, despertarse viendo ballenas saltando de felicidad desde la puerta de tu casa, dormirse escuchando al océano. Un nuevo sueño cumplido. Esta vez con la sensación de haber sido útil, de haberle devuelto a la naturaleza un poquito de la vida y del amor que ella nos ofrece.
Aquí voy a tratar de explicaros todo lo que aprendí y viví durante esas tres semanas que fui tortuguera, aunque solo me hicieron falta unas horas para enamorarme y querer recorrer el mundo ayudando a los animales.
Voluntariado con tortugas marinas en México con Asupmatoma
La experiencia más increíble en 20 meses de viaje
“Es la cosa más increíble que has hecho en este viaje”, me responde un amigo cuando le envío las fotos de mi primer día en el campamento. Me deja pensativa. Dejo de mirar el móvil, subo la cabeza, y mis ojos se encuentran con la inmensidad del océano, que acaba de tragarse a unas 200 tortuguitas bebés, recién salidas de su nido. Tortugas que nosotros (los dos biólogos del campamento y yo), con nuestras manos, hemos ayudado a nacer. Y sí. Exactamente 20 meses después de haber salido de mi casa apostando por una vida viajera, esta es mi experiencia más increíble.
Lo comparto con los que ahora son mi familia, Nancy y Fabián. Ellos llevan toda la temporada en el campamento de Asupmatoma ayudando a miles de tortugas a llegar al mar. Me entienden perfectamente. Es más, la sensación es mutua. Y es que aquí no solo eres un observador externo; alguien de fuera que llega, ve, disfruta y se vuelve a marchar. Así es como viajé al Polo Norte, como alguien de paso que se nutrió de la belleza del lugar y de todos sus habitantes. Pero el voluntariado con tortugas marinas es diferente. Aquí te involucras. No solo recibes; también das, y mucho.
El campamento tortuguero, vivir en una playa de 13 km
Yo era una completa ignorante. No sabía nada de tortugas, menos aún cómo se trabaja en un campamento tortuguero. Lo único que tenía claro era que las tortugas marinas están en peligro y yo quería ayudar en su conservación. Es mi visión del viaje, no solo turistear por el mundo (que también), sino colaborar, aprender y compartir. Así que voy a tratar de explicaros por qué es importante el trabajo de los voluntarios para ayudar a las tortugas marinas.
Tuve la suerte de encontrar a Asupmatoma, enseguida me puse en contacto con ellos para ofrecerles mi ‘ayuda’ (entre comillas porque aunque es cierto que les di mi tiempo y mi esfuerzo, yo he recibido mil veces más) y estuvieron encantados de recibirme. Enseguida me llevaron al campamento de El Suspiro, una playa de 13 kilómetros de largo.
Llegar allí ya es toda una aventura. Y es que la playa es casi inaccesible. Apenas tres kilómetros la separan de la carretera principal, pero los caminos trascurren por arroyos y solo es posible llegar en 4×4 o en cuatrimoto (quad). Así vinieron a por mí. Acomodamos mis mochilas y salimos hacia el campamento. Diez minutos después llegamos a la playa y Nancy, la coordinadora, me señala dónde voy a vivir. Dos kilómetros más allá, al otro extremo de la playa, encima del cerro, veo una casita blanca. Nuestro hogar.
Cómo es el trabajo con las tortugas marinas
Dependiendo de las fechas, el trabajo varía y puede ser muy intenso o más relajado. Yo llegué en enero, cerca del final de la temporada fuerte. Eso quiere decir que las tortugas mamás ya pusieron sus huevos, fueron recolectados y sembrados en el corral. Ahora nos tocaba revisar los nidos y comprobar que las tortugas se desarrollaran con normalidad, sacarlas cuando ellas estuvieran listas y liberarlas en el océano.

Y ahora que menciono a la laúd, después de muchas noches patrullando la playa en su busca, ¡la encontramos! Y pudimos presenciar en vivo y en directo todo el proceso de anidación, desde que emergió del océano, busco el lugar perfecto para anidar, desvó, tapó su nido y regresó al agua. ¡INCREIBLE!
Ver esta publicación en Instagram


¿Por qué no dejamos los nidos donde las tortugas los ponen?
En el mundo hay siete especies de tortugas marinas. Tres de ellas anidan en el estado de Baja California Sur. Dos, la golfina y la prieta, están en peligro de extinción. Y la tercera, la laúd, la especie de tortuga marina más grande del mundo, se encuentra en peligro crítico de extinción. Esto quiere decir que la intervención es vital para su conservación.
Y es que los seres humanos somos los principales causantes de que la población de estas tortugas sea tan escasa. En muchos países se las asesina para comer y sus huevos son robados. La pesca intensiva también está acabando con ellas, se enredan en las redes, se chocan con los barcos cuando emergen a respirar a la superficie. Y, lo que es incluso peor, se enfrentan a la contaminación de los mares. Se estima que cada año, unos seis millones de toneladas de residuos llegan al océano, de los cuales un 90% son plásticos y el resto, básicamente, productos químicos. Las tortugas acaban comiéndose estos plásticos y muchas de ellas mueren asfixiadas.
A esto también habría que añadirle la masiva urbanización de las playas y el uso que hacemos de ellas. He visto camiones atravesando playas, coches 4×4 y todo tipo de vehículos pesados que poca atención ponen a la conservación de los nidos de tortuga y les pasan por encima. Esto hace que la arena se compacte, las crías no pueden emerger por sí mismas y mueren sin ni siquiera ver la luz del sol.
Por ello, el trabajo en el campamento consiste en buscar los nidos que dejan las tortugas mamás, recoger los huevos y llevarlos a un lugar seguro y controlado, donde tampoco puedan entrar los depredadores (aves, zorros, cangrejos…). Y cuando ya están listas, también les ayudamos a llegar al mar. Allí empieza su vida en libertad, tendrán que ser ellas solitas quienes consigan llegar a la vida adulta. Aunque la estadística no está de su parte, solo una de cada mil lo conseguirá. Así que cuantas más tortugas liberemos, más vivirán.
Cómo hacer un voluntariado con tortugas marinas en México con Asupmatoma
Asupmatoma, 25 años protegiendo a las tortugas marinas
Si quieres hacer un voluntariado con tortugas marinas y estás en el estado de Baja California Sur, Asupmatoma te acogerá con cariño. La asociación lleva 25 años en la playa de El Suspiro y en San Cristóbal (actualmente en conflicto por la propiedad, más abajo te lo cuento con detalle) ayudando a la recuperación de las tortugas marinas. De hecho, la trayectoria ha sido muy positiva porque llevan casi un millón y medio de bebés liberadas en este cuarto de siglo. Y muchas de ellas ya están regresando a desovar a la playa donde nacieron.
Salvemos Asupmatoma, sigamos ayudando a las tortugas marinas
La asociación Asupmatoma cuenta con dos campamentos. Yo estuve en El Suspiro, pero tres kilómetros más al norte se encuentra San Cristóbal. Allí realiza el mismo trabajo de monitoreo de tortugas, recolección de nidos y siembra en corrales controlados. Lamentablemente, este campamento se encuentra en peligro de desaparecer. Y es que a causa de un litigio por la propiedad de la tierra, Asupmatoma ya no cuenta con un acceso a la playa desde la carretera principal.
Esto quiere decir que las personas que están trabajando en el campamento ya no tienen acceso al agua potable, a la comida y ni siquiera pueden salir ya que si abandonan el lugar, se les negará el acceso de vuelta. Y esto implicaría dejar abandonados y sin supervisión a los nidos y a las crías que todavía no han nacido.
Lo único que Asupmatoma desea es continuar con su labor en la protección y conservación de las tortugas marinas, además de las tareas de educación ambiental que se desarrollaban únicamente en el campamento de San Cristóbal.
Si quieres ayudarnos, aquí te dejo la petición en Change.org. Cuantas más firmas, mayor poder tendremos sobre las autoridades para que nos abran de nuevo el acceso a la playa. Por favor, ¡ayúdanos!
Gracias una vez mas por regalarnos estas maravilloss experiencias. Me gusta mucho leerte y acercarme asi a esta realidad que tu estas viviendo. Abrazo requetefuerte.
A ti por ser una gran fan de mis experiencias. Esto solo lo hago para que muchas más personas, como tú, vengan a salvar a estos maravillosos seres que son las tortugas marinas. Ellas lo necesitan y nosotros también!! Un abrazo aún más fuerte que cruza el océano para ti!
Increíble!!! Maravilloso el trabajo que hace este proyecto. El mundo esta lleno de pequeñas personitas que hacen grandísimas cosas por un mundo mejor. Gracias por compartir tu experiencia 🙂
¡¡Sí!! Ahí fuera hay un montón de buenas personas que intentan salvar al mundo, y con solo dar un pequeñito grano de arena, cada uno desde nuestras oportunidades, también ayudamos un montón. Un enorme besazo para ti, ¡bombón!
Me gustaria tener informes, para participar como voluntaria.
Gracias
¡Hola, Tania! Muchas gracias por contactarme y perdona la tardanza en contestar. Para participar como voluntaria puedes escribir a la asociación Asupmatoma en su email asupmatoma@hotmail.com, y si tienes teléfono mexicano su número es Tel. Oficina: (624) 1430269
Celular: 6241220777 / 6241136330. Y si por lo que fuera no pudieras hacer el volunariado con ellos, hay un montón de organizaciones que se dedican a cuidar tortugas, puedes escribirme y vemos qué es lo que te interesa y mejor te conviene. ¡Un abrazo!
¡Wow! No se si “Es la cosa más increíble que has hecho en este viaje” Porque 20 meses de viaje seguro que dan para muchísimas experiencias. Pero seguro que estas es de las que no olvidaras jamas. Gracias por hacer de este mundo, un lugar mejor. ¡Más gente como tu hace falta! ¡Saludos! 🙂
Mira que estuve pensándolo un buen rato, y sí, es la cosa más increible. Y es cierto que tengo muchas experiencias en todo este tiempo, antes de llegar al campamento lo más increíble era haberme bañado en el Ártico. Pero es que aquí pude ver nacer a bebés tortugas y ayudarles, eso es pura magia, la esencia de la vida 🙂 Gracias por leerme y por tus bonitas palabras, seguiré ayudando en todo lo que pueda. ¡Un abrazo!
Increíble el proyecto de esta gente e compartido la campaña por mi watsap para recoger firmas!
A sido un placer leerte, acabas de ganarte otra suscriptora más.
Besotes
¡¡Qué genial!! Me alegra un montón saber que te ha gustado el proyecto, necesitan mucha difusión y también mucha ayuda para atraer voluntarios que quieran aportar su granito de arena a la conservación de las tortugas marinas. Estar allí para mí fue un regalo y traté de compartirlo así. Muchísimas gracias por tus palabras 🙂
Menuda experiencia. Me has dejado con la boca abierta y los ojos haciendo chirivitasssss.
Como dice una compañera, voy a compartir el tema firmas porque me parece muy importante.
Enhorabuena por el post y gracias por compartir esta experiencia tan bonita.
Sí, es algo mu importante donde, en realidad, todos nos jugamos mucho. Muchísimas gracias por compartirlo y por leerme 🙂 Espero que algún día te animes a concer a estos magníficos animales. ¡Un abrazo!